domingo, 6 de mayo de 2012

Alberto Laiseca



El crecimiento de las grandes aguas

Por ti me he vuelto extravagante

como un diablo extranjero.

Miro tus ojos y veo florestas oscuras con algo de amarillo.

Senos infantiles pero de inmensos vértices;

pies diminutos y perfectos.

Entre tus piernas una pequeña Diosa China desnuda.

Cuán clamoroso el brote de bambú,

el marfil rosado,

con que la deidad se corona

como atributo divino.

Me fascina tu pelo negro

sobre la convulsión marrón de los tapices.

Pero Grandes Oídos captan el roce de los dedos

antes de que éstos lleguen a tocar la piel.

Te miro en público y mi corrección se altera.

Sé demasiado bien que múltiples ojos lo registran,

mientras las verdes aguas de la vergüenza

amenazan tragarnos.

No comprendo por qué,

a causa de mi condición femenina,

y de tu Origen Celestial,

sería mal visto si dijese

que eres encantadora.


Poema escrito por una cortesana desconocida del palacio de Nancia a la Reina.

Alberto Laiseca nació en Rosario, provincia de Santa Fe (Argentina) el 11 de febrero de 1941. Es autor de las novelas "Su turno para morir", "Aventuras de un novelista atonal", "La hija de Kheops", "La mujer en la muralla"; "El jardín de las máquinas parlantes", "Los Soria", "El gusano máximo de la vida misma", "Las aventuras del profesor Eusebio Filigranati" y "Beber en rojo". Publicó también los libros de cuentos "Matando enanos a garrotazos", "Gracias Chanchúbelo", "En sueños he llorado" y "Cuentos de terror", el ensayo "Por favor, ¡plágienme!", y los "Poemas chinos". En 1991 recibió la beca Guggenheim.

Leído por Soledad Castresana en el Segundo Festival de Poesía en la Escuela.

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